“Planificar significa pensar antes de actuar, pensar con método, de manera sistemática; explicar posibilidades y analizar sus ventajas y desventajas, proponerse objetivos, proyectarse hacia el futuro, porque lo que puede o no ocurrir mañana decide si mis acciones de hoy son eficaces o ineficaces. La planificación es la herramienta para pensar y crear el futuro. Aporta la visión que traspasa la curva del camino y limita con la tierra virgen aún no transitada y conquistada por el hombre, y con esa vista larga da soporte a las decisiones de cada día, con los pies en el presente y el ojo en el futuro. Se trata, por consiguiente de una herramienta vital. O sabemos planificar o estamos obligados a la improvisación. Es la mano visible que explora posibilidades donde la mano invisible es incompetente o no existe.” (Matus,C. en Huertas B., F. Página 6).
La planificación por proyectos, permite direccionar el accionar a distintos niveles sobre realidades complejas, en un sentido determinado. Un proyecto implica:
- un proceso de proyección, de mirar más allá, de pensar un futuro posible.
- identificación y jerarquización de problemas y la búsqueda de posibles soluciones.
- una orientación de las acciones.
- un espacio de interacción y participación social.
Trabajar con proyectos posibilita, entonces, implementar de manera intencionada y dinámica una serie de estrategias, en pos de las metas identificadas. Cuando se inicia la construcción de un proyecto se debe focalizar en los problemas y oportunidades de mejora identificados.
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